Valores y fundamentos de la noticia




Cuando el periodista escribe una noticia debe tratar de ser lo más imparcial posible con el relato del suceso, dando a conocer a su lector, oyente o televidente parte y contraparte.

El reportero debe tener claro que es importante el equilibrio en el manejo de la información y la redacción. “La justicia en la información implica el compromiso del periodista en la búsqueda en la visión más completa y apegada a la verdad de los hechos”.[1]
Como bien sabemos, en nuestra realidad la información es manejada como una mercancía, es por ello que en ese sentido Erick Torrico plantea que “es posible afirmar que todo, absolutamente todo, puede ser noticia: sólo dependerá de la habilidad de las personas involucradas en el proceso de percepción, decodificación y recodificación de la realidad para que ese aserto se cumpla”.[2]
En ese marco, podemos mencionar que un acontecimiento cualquiera puede transformarse en un hecho noticioso. Pero en la mayoría de los casos los acontecimientos son sometidos a una previa evaluación que permitirá determinar si es o no conveniente su publicación.
Para lanzar una noticia se debe hacer un análisis previo el que es determinado por ciertas características como la temporalidad de la información, el espacio en el que ocurrió, la magnitud de la información, entre otros aspectos. Pero cuando se toma a la noticia como una simple mercancía estas características muchas veces son dejadas de lado.
Torrico desarrolla varias escalas para valorar una noticia:
a)     La del reportero, pues que es él quien se enfrenta originalmente con la fuente y el hecho y les otorga determinada importancia.
b)    La del redactor, que, cuando es una persona diferente del reportero, vuelve a evaluar los datos proporcionados por el “reportero de calle”.
c)     Las de los jefes de información y redacción, que someten a un nuevo examen las notas elaboradas por el reportero y el redactor.
d)    La del medio periodístico, traducida en la línea editorial que es sostenida y defendida por el director y que está en condiciones de evitar la salida  de una información, de minimizarla o agrandarla.
e)     La que resulta de la comparación de la importancia del hecho con la de otros sucesos del día, lo que puede llevar a su mantención o descarte.
f)     La derivada de la periodicidad con que el medio informa, de la frecuencia de la salida de información, pues no tiene la misma significación un hecho dado a diario que para un semanario, por ejemplo, al igual que se valora de otros modo una nota para un horario, en la radio, que para un informativo central o una radio-revista.
g)    La que se deprende del espacio o tiempo disponibles para publicar la información, ya que por las limitaciones de las páginas (en los impresos) o de los minutos (en radio, TV o cine) muchas noticias, por muy importantes que parezcan, quedan en el canasto de las “por publicar” y la mayoría de ellas, obviamente, por su desgaste, no verá nunca la luz.
Para el profesor Martínez Albertos, considera que la valoración de la noticia debería ser bajo los contenidos de actualidad, proximidad, consecuencias, relevancia personal, suspenso, es decir el ¿qué ocurrirá aquí?, rareza, conflicto, sexo, emoción y progreso.
Casi similar posición tiene Benavidez Ledezma cuando analiza los  aspectos más que caracterizan a un hecho noticioso publicable, como ser:
·      Impacto.- aquella que afecta a un gran número de personas y tienen consecuencias para sus vidas merecerá preferencial atención para los medios.
·      Actualidad.- por definición, la gente necesita saber qué es lo último, qué ha ocurrido. No hay producto más caduco que le periódico de ayer, clama un adagio periodístico.
·      Prominencia.- la gente quiere saber sobre la vida y obra de las personas conocidas por sus logros, status, artistas o líderes de la comunidad, etc.
·      Proximidad.- aquello que sucede en el área de circulación o recepción del medio, porque afecta directamente a la comunidad provocando su interés.
·      Conflicto.- los temas que reflejan la lucha entre individuos o instituciones son siempre fuente de historias interesantes.
·      Rareza.- lo extraño, lo inusual, aquello que se desvía de los esperado, despierta también gran interés.
Nuestra realidad es totalmente a la de años atrás, cambió los hábitos de las personas, el acceso a la información se ha diversificado a través de distintos medios de comunicación por lo que ahora se tiene “una sociedad en constante cambio y con un público cada vez más apático y renuente a la lectura, el tratamiento de la noticias ha de ser dinámico y no perder de vista las tendencias imperantes en el entorno en que se desarrolla”.[3]
Con lo antes analizado podemos establecer que para la publicación de una noticia pasa por muchas valoraciones, partiendo de las subjetividades del periodista pasando por la de los editores y jefes de redacción o simplemente porque afecta los intereses económicos o políticos de los propietarios de los medios o de los que anuncian en estos, en ese sentido tampoco quedan fuera de esta misma valoración los medios estatales.
De igual modo, con la dinámica actual la presentación de las noticias debe ser ágil y presentar las cosas lo más rápido posible, y presentando las noticias con base a las cuatro C (claro, conciso, concreto y correcto) que permitan informar a la ciudadanía de una forma adecuada.


[1] BENAVIDEZ, Ledezma, José Luis, QUINTERO, Herrera, Carlos,Escribir en prensa, 1ª ed., México, Imagen Editorial S.A.  p. 77.
[2] TORRICO, Villanueva Erick, Periodismo apuntes teórico - técnicos, 2da. Ed., La Paz, 1993, p. 88
[3] Op. Cit. BENAVIDEZ, Ledezma, p. p.66

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