Romper las reglas de composición y crear arte fotográfico
En el artículo de hoy Vicente Nadal nos introduce al arte de transgredir las reglas de composición fotográfica sin dejar de ser auténticos artistas.
Las reglas de composición fotográfica
son las mismas que se aplican a la pintura puesto que son actividades
similares. Su observancia genera imágenes más fáciles de comprender por
nuestra mente. Sin embargo, rompiéndolas exprofeso también podemos crear
imágenes atractivas. Veamos algunas reglas y principios de composición
con ejemplos de su cumplimiento y de su no cumplimiento.
Principios: Centro de interés, direccionalidad, ley de la mirada, contraste, simetría, ley del horizonte.
Reglas: Regla de los tercios, regla de los impares, simplificación, limitación de enfoque.
Es evidente que cumplir estas reglas no
garantiza una foto perfecta, pero sí que conseguiremos que cumpla
ciertos cánones reconocidos como de valor estético. Veamos algunos
ejemplos que sí cumplen alguna regla y cómo saltársela creativamente.
Manual para transgredir 10 reglas de fotografía (con arte)
1) Centro de interés:
Toda imagen debe de tener un punto fuerte, un centro de interés, un
lugar o área dominante que acabe por centrar nuestra mirada. Por contra
las fotos de texturas repetitivas o caóticas puede ser muy sugerente sin
necesidad de tener un centro de interés definido.
2) Direccionalidad: Es
la cualidad de la imagen de dirigir la mirada del espectador por toda la
imagen siguiendo las líneas que están en ella. Hay imágenes que no
necesitan tener direccionalidad para ser atractivas al observador.
3) Ley de la mirada: Se
ha de dejar espacio libre delante de la mirada o dirección de la
escena. En algunas ocasiones mandar al espectador en dirección contraria
puede dar más fuerza a la escena.
4) El contraste:
Diferencias de luminosidad y oscuridad dentro de la fotografía y su
diferente tonalidad y color. Estas diferencias crean masas que se atraen
y repelen y que fuerzan al espectador a recorrer la imagen. En otras
ocasiones la ausencia total de tonos o contrastes puede ser igualmente
interesante.
5) Evitar la simetría:
La ausencia de simetría exacta es más sugerente a nuestra mente por lo
general puesto que es algo que no suele encontrarse de modo habitual en
la naturaleza. Forzar la simetría puede ser cautivador si se hace con
tino.
6) Ley del horizonte:
Como norma general el horizonte nunca se ha de poner justo en el centro
del encuadre. Eso no quiere decir que en algunas ocasiones el centro no
sea un buen sitio para el horizonte.
7) Regla de los tercios:
Si hacemos dos líneas verticales y dos horizontales creando 9 cuadros
de idéntico tamaño, se generan unas intersecciones llamadas puntos de
interés. Si colocamos sobre estas líneas e intersecciones nuestros
elementos compositivos, la imagen cobrará más fuerza. Si vemos las dos
fotos del apartado anterior veremos que ninguna cumple esta regla lo que
demuestra que no es obligatorio.
8) Regla de los impares:
Según esta regla es más armónico un paisaje con 3 o 5 árboles que con 4
por ejemplo. En nuestra mente las estructuras impares, visualmente
parece tener más fuerza. Pero hay casos en los que esto no se cumple
necesariamente, por ejemplo cuando logramos una imagen con simetría que
tenga impacto. La simetría, por lógica sólo puede ser par: a cada
elemento le corresponde un reflejo por lo que siempre se verán parejas
de elementos.
9) Simplificación: Se
dice que “menos es más”. En la composición de imágenes también sucede lo
mismo. Una imagen simple, sencilla, con pocos elementos bien colocados,
suele ser muy cautivadora.
En otros casos, la complejidad extrema de una imagen de tipo fractal puede hipnotizarnos todavía más si cabe.
10) Limitación de enfoque: o
enfoque selectivo. Tal y como se ve en la foto anterior del romanesco,
consiste en enfocar sólo a una pequeña porción de la imagen, que
coincide con el centro de interés, dejando el resto muy o totalmente
desenfocado.
De este modo se separa el motivo principal del resto de la imagen dándole más importancia y concentrando la mirada sobre él. En otras ocasiones no es necesario hacer esto o incluso es interesante dejar totalmente enfocada toda la imagen.
En la fotografía de paisaje es frecuente
encontrarse con imágenes que incumplen varios de los principios
enumerados hasta ahora como esta foto de la Ciudad de las Artes y las
Ciencias de Valencia.
Además de lo visto, hay algunas otras reglas no escritas que también resulta interesante experimentar.
Por regla general las fotos no deben estar movidas, pero el movimiento realizado adrede, experimentando con él, en ciertas circunstancias, puede producir imágenes muy interesantes.
El horizonte ha de ser, eso, horizontal,
pero al mismo tiempo que hacemos encuadres no habituales como picados o
contrapicados, deberíamos experimentar inclinando la cámara, buscando
direccionalidad, intención, movimiento, desequilibrio. El resultado de
esta práctica seguro que da buenos resultados.
Otro elemento que se supone que debe estar presente en las imágenes es una porción enfocada pero ¿qué pasaría si toda la imagen estuviera desenfocada? Se puede jugar a desenfocar toda la imagen para evocar recuerdos pasados o un futuro por llegar, una persona que se aleja o una que se acerca.
Si unimos el desenfoque con el
movimiento y el encuadre inclinado podemos crear imágenes con mucha
fuerza…o castañas inservibles…pero ¿a caso eso no es lo divertido de
hacer fotos, probar cada día algo nuevo y aprender nuevos modos de
crear?
Como puedes ver a cada regla hay una
imagen que la contradice ¿para qué sirven entonces? Pues como las reglas
de la métrica en poesía sirven para tener un patrón de creación. Pero
como sucede en un viaje, la carretera para llegar al destino puede ser
una aburrida autopista, llena de monotonía. Todos sabemos que los
paisajes más bonitos están fuera de las carreteras, campo a través.
Fuente: blog del fotógrafo
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