La investigación social, en contraposición a la natural, es ideológica de manera intrínseca, en el sentido de que parte de cosmovisiones, reconstruye otras y sus enfoques, mecanismos y resultados entran en confrontación en el plano de las representaciones, además de que toda aproximación a lo social no puede ser hecha sino desde lo social mismo, lo que implica un componente subjetivo en el proceso de conocer.
La investigación científica en las ciencias sociales, a diferencia de las ciencias naturales, afronta diversos problemas por lo que se le hace muy difícil plantear leyes, como la ley de la gravedad. Desde esta perspectiva es que el estudio en las ciencias sociales implica una labor multidisciplinaria para una mejor comprensión del objeto de estudio.
En este marco, el área de la comunicación no queda fuera al ser parte de las ciencias sociales, por lo que se hace esencial tener un bagaje de conocimiento de otras ciencias para comprender los hechos y no tomarlos como simples factores causísticos.
Las ciencias sociales constituyen el sistema de todas las esferas de los conocimientos sobre la sociedad, sobre las leyes de su aparición y desarrollo; sobre su estructura, los diversos elementos de la misma y las diferentes facetas de la vida social; sobre la existencia y la conciencia sociales y su interacción sobre el hombre, su formación, su actividad, desarrollo y estado; sobre las comunidades humanas: clases, naciones, grupos y las relaciones entre ellos y sobre la cultura material y espiritual.[1]
[1] KEDROV, M.B.,SPIRKIN, A.,”La ciencia”, La Habana, Ed. Ciencias Sociales, 1966, p. 91.
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