Perdido el Litoral, Puerto Pérez fue la puerta hacia el Pacífico
La Guerra del Pacífico se inició en 1879 con la
invasión de los puertos de Antofagasta y Cobija por las tropas chilenas.
En ambos puertos existían aduanas que fiscalizaban la mayor parte del
ingreso de mercancías a nuestro país. Los suministros que llegaban de
diferentes partes de Europa, principalmente ropa y alimentos envasados,
eran desembarcados y trasladados en carretas y a lomo de mula a Oruro y
La Paz, principalmente. Asimismo, Bolivia exportaba por esos puertos
sus minerales extraídos de la región sur y productos manufacturados del
norte. Al tomar Chile nuestros puertos, Bolivia se encontró enclaustrada
y alejada del comercio exterior. Había que buscar y potenciar una nueva
ruta.
Unos años antes de la guerra, el 24 de
noviembre de 1874, el gobierno de Tomás Frías promulgó el decreto por el
cual las localidades de Copacabana, Aigachi, Guarina, Huata, Achacachi,
Ancoraimes, Carabuco, Escoma y Huaicho se convertían en puertos de
Bolivia como una medida de control del comercio informal con el sur del
Perú. Se disponía también que se construyeran atracaderos para las
embarcaciones comerciales y que los capitanes de los vapores presentaran
un informe para establecer un puerto principal de comunicación con
aquel país.
En 1876, como efecto del informe
solicitado, Tomás Frías, mediante Decreto Supremo de 24 de marzo, nombró
a la localidad de Chililaya (nombre aymara que significa “lugar
profundo”) como puerto principal de la República en el lago Titicaca con
el nombre de “Puerto de la Carretera como reconocimiento de los
esfuerzos puramente nacionales de la actual compañía de mensajerías al
lago”.
La profundidad de la bahía permitió este
reconocimiento, pero también influyó la distancia a La Paz: 60
kilómetros. No se llegaba tan rápido desde ninguna de las poblaciones
antes mencionada. En la actualidad, esa distancia se recorre en
automóvil en poco más de una hora. En esa época, las caravanas partían
de La Paz muy temprano por la mañana y llegaban a su destino casi al
anochecer. Sin embargo, el puerto de Chililaya sólo comenzó a funcionar
en 1880.
A causa de la invasión de los puertos
bolivianos por el ejército de Chile y para dar mayor impulso al
comercio, la ley de 27 de julio de 1880 cambió el nombre de Chillilaya
por Villa Pérez “en memoria del General de Brigada Juan José Pérez,
muerto en la Batalla del Alto de la Alianza”.
Entre
1880 y 1899, época de los gobiernos conservadores, Puerto Pérez fue el
puerto oficial de Bolivia al Pacífico. Atravesando el lago Titicaca se
llegaba hasta el puerto peruano de Puno y de allí en ferrocarril hasta
Mollendo. Debido a su impulso económico, en 1881, Puerto Pérez fue
nombrado capital de la provincia Omasuyos en detrimento de Pucarani, y
se instalaron allí las instituciones estatales más representativas. Se
creó la oficina telegráfica, la sede del Juzgado de Instrucción de la
Provincia y la Junta Municipal que consideró “indispensable el
establecimiento de una corporación popular que atienda al
engrandecimiento y desarrollo de los intereses de la nueva villa cuya
población y tráfico mercantil se acrecientan considerablemente”. La ley
de 11 de agosto de ese año autorizó la convocatoria a propuestas para la
construcción de una línea férrea entre La Paz y la región lacustre para
conectarse con el ferrocarril peruano Puno-Puerto Mollendo.
Aunque la convocatoria no tuvo efecto, durante los siguientes 20 años
Puerto Pérez se convirtió en el punto occidental de exportación de la
quina y, especialmente, de goma. El principal explotador y exportador
fue Otto Richter quien, en 1886, obtuvo del Gobierno la exclusividad de
la exportación de quina por esta vía. Para el control del paso de los
productos, en 1885, la Aduanilla fue elevada al rango de Aduana con
jurisdicción sobre la recién creada aduanilla de Desaguadero y las
comisarías de Copacabana y Tiquina.
Hasta 1891, los
ingresos por la tasa de exportación de quina superaron los cien mil
pesos anuales. La goma produjo el mayor rendimiento fiscal. El 10% de
los 3.150.955 kilos de goma y sus derivados se exportaba por Puerto
Pérez. La región productora comprendía “los bosques productores de goma
elástica del departamento de La Paz, o sea los cantones de Challana,
Songo, Mapiri, el Huanay, Coroico y una parte de la provincia de
Caupolicán”. El agente comercial residente en Puerto Pérez, Luis Ernst,
informó que toda la producción de goma del norte paceño “tenía como
salida más viable Puerto Pérez…”. El estadista más reconocido de la
época, Manuel Vicente Ballivián, anotó el detalle de la exportación
durante la última década del siglo XIX. Se exportaron por este punto
820.000 kilos de goma por un valor aproximado de Bs 3.600.000,
recaudando para el fisco casi Bs 150.000 en impuestos. Cabe recordar que
25% de este monto equivalía al total de los ingresos departamentales de
La Paz por concepto de impuestos.
A inicios del
siglo XX la situación de Puerto Pérez se alteró a causa de la Guerra
Federal (1899-1900). El Estado cambió de mando y asumió políticas
liberales. Una de ellas fue la construcción del ferrocarril Guaqui-La
Paz. Por Decreto Supremo de 29 de abril de 1903 se dictaminó que éste
sería el único puerto habilitado para la importación de mercaderías.
Paralelamente, Puerto Pérez perdió la capitalía provincial frente a
Pucarani y en los siguientes cinco años el flujo comercial decreció
hasta desaparecer por completo. En 1914, Puerto Pérez era un simple
resguardo atendido por funcionarios de otros puertos menores.
En los años posteriores a la Guerra del Chaco (1932-1935), en el ámbito
del naciente nacionalismo, se buscó reactivar algunos de los antiguos
puertos del lago Titicaca. Uno de ellos fue, precisamente, Puerto Pérez.
El gobierno de Enrique Peñaranda, mediante Ley de 10 de enero de 1941,
autorizó la adquisición de un empréstito de hasta un millón de
bolivianos “con destino exclusivo a la reconstrucción del muelle y el
restablecimiento de la capitanía de Puerto Pérez”. Dos años después
todavía se seguía pidiendo la renta rezagada del impuesto predial
rústico de los años 1933 a 1941, para su reconstrucción.
Cuarenta años después, por Ley N° 647 de 5 de octubre de 1984, el
presidente Hernán Siles Zuazo creó la cuarta sección municipal de la
provincia Los Andes del departamento de La Paz, “con capital Puerto
Pérez, comprendiendo en su jurisdicción a las poblaciones Huancané,
Haygachi, Cachilaya, Cutusuma, Sicuya, Surique, Patapatani, Cuyavi,
Carapata, Chiarapata, Cumaná y Pachjiri”. Asimismo estableció sus
límites al norte con la provincia Omasuyos, al sur con la provincia
Ingavi, al este con el cantón Peñas y al oeste con el lago Titicaca.
En estas breves líneas hemos visto cómo Puerto Pérez fue una solución
transitoria a la pérdida de nuestros puertos en el Pacífico a
consecuencia de la guerra con Chile, superada por la construcción del
ferrocarril Guaqui-La Paz en 1905. Actualmente, la principal vía de
comercio con el Perú es la ruta La Paz-Desaguadero. Y el mayor
movimiento comercial se registra por nuestros antiguos puertos en el
Pacífico, Arica, Antofagasta y, más recientemente, Iquique. Esto se debe
a la poca o ninguna atención que han prestado los gobiernos al
desarrollo del comercio exterior por vías alternativas.
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